MDF es un compuesto de fibras de madera prensadas con resina o pegamento a altas temperaturas. Luego se cubre el conjunto con una pátina para obtener un acabado liso.
El resultado es un material muy resistente a las abolladuras, sin nudos en el interior, fácil de pintar, utilizado en la construcción de muebles y armarios porque también es fácil de cortar.
Alternativamente, se utiliza para cubrir paredes, en la estructura interna de las puertas o como un tabique de oficina gracias a sus propiedades de aislamiento y aislamiento acústico.
El defecto más importante es la pobre resistencia al agua y la humedad y, por este motivo, es recomendable, en presencia de ambientes húmedos, tratar con cementita en ambos lados en igual medida.
El contrachapado se fabrica a partir de capas delgadas de fibras de madera pegadas perpendicularmente una encima de la otra para que el panel sea resistente y estable incluso en ambientes particularmente húmedos.
Gracias a estas características, el contrachapado se utiliza como material de recubrimiento para paredes y techos o como base para la colocación de pavimentos.
Resistente al agua, es un material que también se puede utilizar en trabajos al aire libre.